CÓMO INCORPORAR ESTOS PRODUCTOS EN TU RUTINA DIARIA:
1. Empieza por un relajante baño de pies: llena un recipiente con agua tibia y añade unas gotas de aceite esencial de lavanda. Sumerge tus pies y disfruta de un momento de relajación. El agua tibia ayudará a suavizar la piel antes de exfoliarla con la piedra pómez.
2. Exfoliación: Después del baño de pies, utiliza la piedra pómez suavemente, haciendo movimientos suaves y circulares, sin presionar. Así irás eliminando las células muertas y las durezas. Enjuaga tus pies y secalos suavemente.
3. Aplica la crema de pies de lavanda: Coge una cantidad generosa de crema y aplícala mediante un masaje suave en los pies, presta atención especialmente a los talones y las zonas más secas. Disfruta del aroma relajante de la lavanda y deja que la crema se absorba completamente.
4. Finaliza con el alcohol de romero: Calma y refresca tus pies y tus piernas haciendo friegas con unas gotas de nuestro alcohol de romero. Sentirás una agradable sensación de frescura y alivio.